
Si acceder a una vivienda en régimen de alquiler era ya todo un desafío para los colectivos más vulnerables antes de la aprobación de la Ley de Vivienda, su aplicación ha terminado por convertir en una suerte de jungla el mercado de los arrendamientos y, paradójicamente, casi por expulsar del mismo a aquellos a los que prometía que ayudaría.
Puedes leer más al respecto, incluida la valoración de nuestra abogada, Arantxa Goenaga, en el siguiente enlace.