Recientemente el Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado una suspensión de licencias durante un año para nuevas cocinas fantasma para evitar la proliferación de este tipo de negocios (espacios dedicados a la comida rápida y reparto a domicilio), con el fin de elaborar una normativa urbanística que regule la actividad económica de este tipo de establecimientos.
Esta suspensión llega tras las reiteradas quejas de los vecinos ante dos proyectos de ‘dark kitchen’ situados en los distritos de Les Corts y Sant Martí en Barcelona, de 1.400 y 500 m2 respectivamente, y ante la futura apertura de nuevos espacios que podrían contener entre 20 y 40 módulos de preparación. Los vecinos de la zona argumentan sus protestas en base a los humos, basuras, riders que se acumulan en la zona y el ruido que genera.
Esta suspensión, sin embargo, afecta no solo a las cocinas fantasma sino a otro tipo de negocios de tamaño más pequeño como tiendas de platos preparados o pequeños obradores, y que incluso habían realizado inversiones al respecto. Nuestra socia y abogada experta en derecho inmobiliario, Arantxa Goenaga, ha matizado que “lo que se ha suspendido es una “normativa que se aplica a empresas de otro tipo, como las de catering”, pero hasta que no se redacte la nueva normativa, todos los negocios bajo esta categoría quedan parados.
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