
Cerrar los apartamentos turísticos no será tan fácil como se desprende de los últimos anuncios políticos. Mientras el Ayuntamiento de Barcelona se ha comprometido a eliminar todos estos pisos en cinco años, el Gobierno de Sánchez estudia modificar la ley para que los Airbnb no puedan operar en comunidades donde vivan vecinos; pero estas medidas podrían tener efectos legales y económicos no previstos por sus impulsores.
Puedes leer más al respecto, incluida la valoración de nuestra abogada, Arantxa Goenaga, en el siguiente enlace.